Son cada vez más las familias que deciden dar
el paso de iniciar a sus hijas en la Gimnasia Rítmica, de hecho se han
incrementado los clubes y el número de gimnastas federadas y de escuelas en los
últimos años. La belleza estética de esta modalidad deportiva y la gran riqueza
motriz de las gimnastas son algunos de los atractivos de cara al público que
llaman más la atención y que provocan la primera toma de contacto con este
deporte. Una vez iniciadas las gimnastas en una escuela deportiva las familias
pueden comprobar los muchos valores que son necesarios y se adquieren con su
práctica, el autocontrol, la mejora de habilidades y destrezas, el afán de
superación, la mejora de la condición física, la disciplina, el compañerismo,
el cuidado de los detalles, la perseverancia, etc. La posibilidad de trabajos
tanto individuales como grupales y la gran variedad de aparatos favorecen un
amplio bagaje formativo y aportan riqueza al proceso de formación. La Gimnasia
Rítmica se ha convertido por méritos propios en una de las modalidades
deportivas mejor valoradas y con más practicantes en el panorama deportivo
actual.