Cuando el calor aprieta es sintomático de que está cercano el final de las clases en los colegios y el inicio de un periodo recreativo y lúdico para todos los niños de nuestro entorno. Finalizan las actividades extraescolares, el deporte en la escuela, las escuelas deportivas de los clubes, y así una gran mayoría de actividades programadas de forma periódica a lo largo del año y del curso escolar. La llegada del calor y de un mayor tiempo libre favorece la práctica de nuevas actividades físico-deportivas, una gran mayoría en el entorno de las piscinas. Unas adaptandose al nuevo entorno para perdurar, así la gimnasia de mantenimiento se lleva a la piscina y se transforma en Aquagym, el aerobic en la piscina se convierte en Aquaerobic, etc. Otras actividades surgen al aprovechar las nuevas posibilidades, resaltando las realizadas en el medio acuático como el remo, piragüismo, vela, etc, o bien los cursos de natación, la rehabilitación en el agua, los campeonatos de waterpolo, etc. De igual manera proliferan campamentos, campus, concentraciones, etc para vivenciar situaciones colectivas.
En verano el abanico de posibilidades para practicar actividad física y deportiva es más variado pero por contra deberemos extremar las precauciones, no hacer actividades exigentes en horario de mucho sol, hidratarse con frecuencia, protegerse de los rayos del sol (gorras, cremas protectoras, etc), adecuar los esfuerzos a la capacidad real de cada uno, etc. Incluido el cuidado al respecto de la cualificación profesional de las personas a cuyo cargo vamos a dejar a nuestros niños.
Disfrutar de las nuevas actividades con total seguridad, ese debe ser el objetivo.