Los éxitos acumulados este año 2015 por la gimnasta Lucía
Daza, gimnasta que militó desde julio de 2012 hasta noviembre de 2014 en el
Club Liceo Córdoba y que desde noviembre de 2014 a la actualidad está integrada
en el Club Deportivo Séneca de Córdoba, nos hacen recordar que sus primeros
pasos en la gimnasia los inició en octubre de 2009 en la Escuela Deportiva de
Gimnasia del Club Deportivo 30 Grados. Por aquel entones la escuela deportiva
integraba tres modalidades de gimnasia, la artística, la acrobática y la rítmica.
Un trabajo variado que no permitía mucha progresión específica en la Gimnasia Rítmica
pero que por el contrario ofrecía experiencias motrices muy variadas. La
riqueza que ofrecía la Gimnasia Rítmica nos fue encauzando con el paso del
tiempo hacía esta única modalidad de Gimnasia, de la que hemos sabido valorar
su completo trabajo corporal, la variedad de aparatos, la posibilidad de
trabajos individuales y grupales, sus valores estéticos, etc. Lucía vivió esta
etapa de transición en el Club, su trabajo de formación básica lo llevó a cabo compaginando
las escuelas de Gimnasia, Baloncesto y Deportes de raqueta. En aquel entonces
el Club no podría ofrecerle más progresión en Gimnasia Rítmica y su afán de
superación la llevo a una itinerancia periódica hacia la capital cordobesa. Desde
aquel momento hasta la actualidad el sacrificio ha ido creciendo, el esfuerzo
incrementándose. Para el Club Deportivo 30 Grados es toda una lección, de
humildad, afán de superación, coraje, perseverancia, esfuerzo,… Nada de esto hubiese
sido posible si Lucía no presentase estas características, ni siquiera hubiese
sido posible sin el respaldo de la familia, cierto, pero queremos hacernos
participes igualmente de ello en el Club Deportivo 30 Grados por lo aportado en
esta etapa de su vida. La historia no sabemos como ni cuando acabará pero
sabemos que puede ser extrapolada a cualquier otra gimnasta, que puede volver a
suceder con otra protagonista, ya tenemos reconocidos algunos factores que
llevan a ello. Es necesaria la implicación
continuada en el trabajo de nuestras Escuelas Deportivas, asumiendo que en
etapas de formación más es igual a más, más horas de dedicación, más variedad
de trabajo, más experiencias motrices, siempre supondrá más mejoras. Es necesario igualmente que la gimnasta
tenga un alto nivel de esfuerzo y compromiso, el que le llevará a elevar
sus pretensiones, a entrenar más días y más horas, a buscar nuevas situaciones
de práctica, a cuidarse en sus hábitos diarios y de alimentación, a asumir
enseguida cualquier tarea al respecto, a interesarse más por todo lo que rodea
esta modalidad deportiva. Es necesario del mismo modo que la familia
acepte seguir estas ilusiones deportivas, que sepa acompañarla con todas
sus necesidades, comprenderla y animarla, ser el soporte para su continuidad,
el aliento para su esfuerzo. Estos son los tres pilares que hemos reconocido en
Lucía y que pueden ser el germen para nuevas gimnastas que salgan de nuestra
escuela deportiva de Gimnasia Rítmica: gimnasta con alto nivel de esfuerzo y
compromiso, familia que acompañe y anime, y un trabajo adecuado por parte del Club.
Con todo ello, ¡la próxima historia puede ser la tuya!.